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viernes, 1 de mayo de 2015

La Iglesia más antigua de Buenos Aires, San Ignacio


IGLESIA SAN IGNACIO DE LOYOLA



La Iglesia más antigua de Buenos Aires. 
En 1585 los jesuitas llegaron a Santiago del Estero y dos años más tarde a Córdoba. En 1608 estaban en la ciudad de la trinidad y puerto de buenos aires y un año después fundaron la primera misión del Paraguay, san Ignacio guazú. La historia de esta manzana comenzó cuando La Compañía de Jesús -los Jesuitas-, que habían construido un colegio y una capilla donde hoy está la Plaza de Mayo, tuvieron que abandonar ese lugar porque estaban muy cerca del río, un lugar vulnerable que podía ser usado por los invasores como refugio y que al mismo tiempo representaba un peligro para los religiosos, ya que en un enfrentamiento quedarían en medio del fuego cruzado.
maqueta del fuerte y el asentamiento jesuita

 Fue así que en 1661 se trasladaron a la ubicación actual, en pleno casco histórico de la ciudad, donde comienzan a construir la nueva iglesia (hoy San Ignacio de Loyola) y el nuevo colegio (hoy Colegio Nacional Buenos Aires) la manzana limitada por los actuales calles Bolivar, Moreno, Perú y Alsina se comenzó a construir el nuevo colegio e iglesia de san Ignacio. Un año después los padres se trasladaron al nuevo edificio que los albergó precariamente y que se estima fue terminado en 1675. En 1686 los jesuitas se empeñaron en la reconstrucción de San Ignacio y en 1712 comenzaron las obras para reparar el antiguo templo que ya estaba muy deteriorado. En tanto se construía el nuevo se siguió utilizando la antigua construcción. El templo fue inaugurado en 1722 y consagrado en 1734. En 1767 Carlos III rey de España ordena la expulsión de los jesuitas que fueron embarcados en varias fragatas con destino a Cádiz. Sus bienes fueron administrados por la junta de temporalidades. El templo permaneció cerrado por tres años hasta que el gobernador Juan José de Vértiz ordenó su apertura en 1770. 
La torre derecha fue levantada en el siglo XIX y con posterioridad se colocó dentro de ella el reloj que perteneció al Cabildo de la Ciudad. 
La iglesia fue puesta en manos del presbítero Manuel mansilla. Durante algunos años mientras se reparaba la iglesia catedral- se trasladan a San Ignacio algunas funciones de la misma entre otras el Santísimo Sacramento. Las obras de la catedral fueron terminadas en 1791, fecha en que se trasladó al Santísimo y a las imágenes de San Martín de Tours, patrono de la ciudad de Buenos Aires nuevamente allí.
 Los túneles de las Manzanas de las Luces parecen haber sido construidos en dos momentos distintos, uno que muestra un trazado irregular para sortear los cimientos y el otro recto con un altura, en algunos sectores que alcanzan los 2 metros y un diámetro promedio de 1,60 m, éstos se deben haber construido para escapar ante la posibilidad de un ataque.